Inercia – Dicen que la vida es la suma de una serie eventos afortunados, por mi parte más bien es un círculo vicioso que tarda mucho en cerrarse. Cada día que pasa en este pedazo de mala tierra que por maldición me tocó habitar es testigo de esa inercia bastarda. Levantarme, comer, trabajar, volver a comer, trabajar aún más, pagar cuentas, llegar a casa a dormir cuando den las 03:33 y así cada día, cada tarde, cada noche, cada mes y cada año.
En su minuto tuve la ingenua idea de romper este ciclo estúpido convirtiendo este delirio en una experiencia compartida, que imbécil fui en siquiera pensar en que podía cambiarlas las cosas.
Levantarme, comer juntos, trabajar, volver a comer solo, trabajar aún más, pagar cuentas, follar de acuerdo al calendario para luego dormir a las 03:33 cada día, cada tarde, cada noche, cada mes y cada año. No había cambiado nada, solo había hecho peor lo que para mi ya era insoportable en inclusive peor todo se volvió aun mas patético.
Ver como los ojos de una mujer se entristecen porque tu mediocridad es latente en cada segundo de tu vida han convertido hasta mi propia vergüenza en parte de esta rutina canalla, pero eso solo sería la boca del foso a la cual pertenecería por el resto de la eternidad.
Pensé en escapar y en un intento desesperado rompí con todo lo conocido, mi acompañante y mi vida en general, un nuevo comienzo, pero no sabia que este comienzo sería la consolidación de mi maldición repetitiva de la cual he tratado de escapar toda mi existencia. Caer, levantarse, limpiarse el polvo, volver a caer en una fosa más profunda y así todo el ciclo una y otra y otra vez.
Ya no tengo más fuerzas para soportar este delirio, solo quiero que termine, se que terminará, sé que lo puedo ver, pero tengo el presentimiento que será el fin de algo más que solo mi absurda existencia, sino que será el cierre de todos los ciclos.
Persona non grata – Pasó mucho tiempo para poder comprender qué era realmente lo que sucedía, lo que ocurría específicamente conmigo en realidad, pero quiero ser justo y les relataré esta historia desde el principio o más bien desde donde yo creo que comenzó todo. El inicio de todo lo ocurrido puede denominarse como un gran rompecabezas donde cada pieza es un ideal, un sueño de vida, el cual debo admitir, aún no entiendo.
Algunos maestros me han dicho que debo mirar desde otro punto de vista, pero el problema es que no me gusta lo que veo. Inclusive se me marginó por el color de mi mirada, una marginación que no tomó en cuenta mis capacidades, sino que con desprecio las ignoraron, ensuciaron y maltrataron.
Admito que esto se ha vuelto una guerra de orgullos en donde solamente gana el que juega más sucio, comparando las debilidades con divinidades y escupiendo a las fortalezas como si fueran crías mal paridas. Moralidades inútiles que se usan como excusas para validar los malos hábitos, son como estoques oxidados que ya no sirven pero que solo justifican su uso asesino con simplemente existir.
Es tan incoherente lo que veo y escucho, que incluso siento que estuviera hablando con seres primitivos, seres de naturaleza inconsecuente, que desprecia todo lo que no sea de su mismo color de alma o que no comparta el mismo olor nauseabundo de sus humos mentales, ellos llaman a todos lo demás “persona non grata”, a mi me denominaron así y en cierta manera lo prefiero, ya que eso solo demuestra una cosa , que estoy en otra liga, que estoy por sobre ellos.
Cero Absoluto por Raúl “El Búho” Muñoz se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial 4.0 Internacional.